viernes, 6 de mayo de 2011

La cruz monogramática de Begastri



La conocida como Cruz de Begastri es de las denominadas monogramáticas, con una longitud de 39,5 cms y 31,8 de envergadura. Parece ser que fue encontrada en Begastri en los años 40 del siglo XX y fue adquirida por d. Cristóbal Sánchez de Amoraga. Sigue siendo propiedad de sus descendientes. Lleva anexas las letras alfa y omega en los brazos, así como la también griega rho en la parte superior. La cruz fue adquirida junto con dos delfines que, casi con seguridad formaban parte del conjunto. Las propias características de la misma llevan a los especialistas a darle una cronología en torno al siglo VI o principios del VII. Sin duda alguna el mejor estudio que se ha realizado de dicha cruz fue el que hizo la doctora Ana María Muñoz Amilibia en el año 1978, para presentarlo en la II Reunión de Arqueología Paleocristiana Hispánica, y de él han bebido muchos de los trabajos posteriores realizados sobre el tema. Evidentemente, y a tenor de la cronología que parece indicar, fue realizada en época visigótica y en el tiempo en que Begastri fue sede episcopal y aparece en los concilios de Toledo. Es una pieza, sin duda, magnífica. Su importancia reside tanto en la época en que fue forjada, su antigüedad, como por la información que puede aportar sobre la cuestión del cristianismo en el mundo cristiano local en época visigótica. Sin embargo, según los especialistas no es de factura visigótica, sino más bien hispanorromana, lo cual, a pesar de poder plantear determinados problemas para encuadrarla adecuadamente, es entendible, dado lo profundo de las raíces hispanorromanas en esta zona, que perduraban, sin duda en en los siglos VI y VII.
Decía la doctora Amilibia:
“He eludido deliberadamente el calificarla de visigoda por considerar que queda bastante lejos de la factura e iconografía de las cruces que podemos considerar propiamente visigodas, bien representadas sobretodo en piezas de orfebrería. Estaría en cambio más cerca de las piezas de arnés tardorromanas decoradas con crismones de rho cerrada y que incluso en el caso de las procedentes de santa Elena ( Jaén)  y la conservada en el museo Lázaro Galdeano, que no llevan Crismón, están decoradas con círculos concéntricos idénticos a la cruz de  Cehegín. Esta relación es aún más estrecha en el disco calado con cruz monogramática que sirve de enlace en la cadena de la cruz de Cehegín…”

2 comentarios:

  1. Esta cruz es una pieza del patrimonio histórico, y como tal ha de ser devuelta al mismo.

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  2. Evidentemente es un objeto sujeto y protegido por la Ley de Patrimonio Histórico, por mucho que esté en una casa particular. En mi opinión, la mejor solución sería llegar a un acuerdo entre las administraciones y los poseedores de la pieza, para su recuperación.

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