La vía, en Cehegín. Antes vía del tren, hoy vía verde

La Vía Verde del Noroeste, un recorrido bonito, sin duda alguna, para hacer a pie en tramos, en bicicleta, a caballo el que pueda etc. Comienza en Caravaca y acaba en los baños de Mula, y cualquiera que conozca el tramo íntegro, sabe de sobra que hablamos de un trazado en que precisamente su encanto reside en la variedad de paisajes que se pueden observar y gozar. Fue hacia el año 1995, creo recordar, cuando se creó el Consorcio de la Via Verde, una especie de asociación entre los Ayuntamientos de Caravaca, Cehegín, Bullas y Mula, con el objeto de la creación y adecuación de una vía verde, destinada al ocio y disfrute de paseantes, deportistas etc. Pero miremos un poco atrás y pensemos en lo que existía anteriormente y, sobretodo por qué está aquí la vía. Los mayores de 40 años recuerdan el pitido del tren al llegar a la estación, ubicada junto al paraje de Cantalobos, o al pasar por el puente de la vía, sobre el río Argos. No hay medio de transporte, para mí, que me inspire más cosas que el tren.

Las obras de la vía del tren Caravaca-Murcia acabaron en el año 1931, y la inauguración se realizó el día 28 de mayo del año 1933, pasando por todos los pueblos que tenían estación, donde, entre grandes muestras de júbilo se vitoreó la llegada del tren y con él, el progreso de esta tierra. El tren se mantuvo hasta que, dejando de ser rentable, se suspendió el servicio de pasajeros el 15 de enero de 1971. Es en este momento cuando se quitan las vías de hierro de los municipios de la comarca por los que pasaba. Pasemos y disfrutemos de la vía verde y de paso, con la tranquilidad, quizá, durante un momento, podamos oír, en la mente, el silbato del tren, símbolo de viaje, casi de aventura, de lejanía, por excelencia.