viernes, 14 de diciembre de 2012

Cehegín y el alpargatero






"Aunque tengo noticias que Roque Fernández, vecino de esa villa, ha llevado al cuartel general doce o trece cargas de alpargatas, se hace preciso que sea valiéndose usted del mismo Roque Fernández, cuyo celo y desinterés está bien acreditado, o por los medios que tenga usted por oportunos provea..."

Documento conservado en el Archivo Municipal de Cehegín, relativo a abastecimiento de alpargatas desde Cehegín para el ejército nacional durante la Guerra de la Independencia. Hacia 1812.





En Cehegín hay una figura imborrable de la memoria y es la de los grupos de personas en la posguerra y años posteriores sentados en su banco y cosiendo alpargatas. Es la figura del alpargatero. Esa es quizá, una de las imágenes típicas del Cehegín de buena parte del siglo XX. El calzado fue, sin duda uno de los motores económicos de este pueblo hasta los años 60 del siglo XX en que se hundió ante la competencia de las fábricas, fundamentalmente de Elche. Además como entrelazado con el oficio, la producción de cáñamo siempre fue importante, y servía no sólo para abastecer a los propios alpargateros sino a toda una serie de oficios que los utilizaban como materia prima, por ejemplo para fabricar cuerdas y en otra infinidad de casos en que resultaba imprescindible. El cáñamo hasta no hace tanto tiempo era casi tan importante como el material plástico hoy en día. Y este pueblo era un importante productor. En Cehegín el oficio de alpargatero está perfectamente documentado desde el siglo XVI,  y ellos se encargaban de abastecer a la villa de alpargates con su producción. Si no era suficiente se traían desde pueblos vecinos. Ello estaba perfectamente regulado en as ordenanzas concejiles. En Cehegín hoy tenemos la plaza de los alpargateros, en pleno casco viejo, a la que se dio el nombre en honor de aquellos grupos que se juntaban a elaborar el calzado y también la plaza del Alpargatero, al inicio de la Gran Vía, donde una estatua muestra el recuerdo de esta figura tan importante en la historia de Cehegín.

1 comentario:

  1. jose maría amores plasencia15 de diciembre de 2012, 0:44

    .....esta temática que expones creo que podríamos contemplarla desde un doble enfoque: PERSPECTIVA ECONÓMICA Y PERSPECTIVA ANTROPOLÓGICA. Desde la óptica económica, estamos en el caso de un PROCESO PRODUCTIVO COMPLETO de extraordinaria importancia, entendiendo por este aquél en el cual intervienen todos los SECTORES ECONÓMICOS( PRIMARIO, SECUNDARIO Y TERCIARIO) y todos los FACTORES PRODUCTIVOS( TIERRA, TRABAJO Y CAPITAL), de ahí que movilice el conjunto de la ECONOMÍA LOCAL. Así el CAÑAMO es una MATERIA PRIMA cuya obtención pertenece al SECTOR AGRÍCOLA, EL ALPARGATE AL SECTOR INDUSTRIAL Y LA DISTRIBUCIÓN AL SECTOR COMERCIAL y de SERVICIOS. En su conjunto, intervienen los tres factores productivos y de ahí también que genere RENTAS para todos los recursos y sus propietarios, o sea para el conjunto de la POBLACIÓN. Todo ello implica que el nivel de paro sea bajo, tanto para la fuerza de trabajo, como para la tierra y el capital, tanto físico como financiero,por causa de las necesidades de suministro al mercado debido a la DEMANDA elevada. Dado el BAJO NIVEL TECNOLÓGICO de la época, las relaciones entre TRABAJO Y CAPITAL es muy alta, por ejemplo, si es 5 significa que por el empleo de 5 unidades de trabajo se emplearía una unidad de capital, lo cual referente al empleo en horas sería de 5 horas de trabajo por una hora de máquina. Como el factor abundante es el trabajo y el factor escaso es el capital, la tendencia es emplear mucho trabajo, por cuanto es barato, y poco capital por ser caro. De ahí que la PRODUCTIVIDAD O RENDIMIENTO POR HORA sea bajo, al estar aún en una ECONOMÍA SUBDESARROLLADA, o sea debilmente tecnificada. Así, como muchos recordarán, la fuerza de trabajo o mano de obra se necesitaba abundantemente para todas las fases de obtención del CÁÑAMO, para todo el proceso de su transformación en FIBRAS, las cuales serían PRODUCTOS SEMIELABORADOS, también para la producción del ALPARGATE y en definitiva para su DISTRIBUCIÓN. Todas las herramientas o utensilios utilizados tendrían la consideración de CAPITAL FÍSICO, como el BANCO DEL ALPARGATERO Y sus instrumentos, LA RUEDA DE HILAR,etc., mientras que las INVERSIONES realizadas serían de CAPITAL FINANCIERO, como el dinero gastado en realizar la siembra o en comprar las semillas, o en adquirir el banco del alpargatero,etc. Con el fin de realizar una buena distribución fué necesario la fundación de LA COOPERATIVA que evitase que los BENEFICIOS fuesen a parar a manos de AGENTES INTERMEDIARIOS, entre la PRODUCCIÓN y el CONSUMO, quedando así el beneficio en poder de los PRODUCTORES.
    El PRODUCTO ELABORADO, o sea el ALPARGATE, tendría un VALOR FINAL que sería el del punto de venta y que se obtendría con la suma de cada uno de los valores añadidos en cada fase del proceso productivo que va desde la preparación de la tierra y la siembra hasta la obtención del producto ya acabado o elaborado. EL PRECIO FINAL no tiene porqué coincidir con este valor final por cuanto depende de la LEY DE LA OFERTA Y LA DEMANDA. Precisamente fué a raiz de la invención de PRODUCTOS SUSTITUTIVOS de carácter industrial y sintético, muchos más tecnificados y con un bajo coste por su alta productividad, los que hicieron disminuir la demanda de estas fibras naturales, hundiendo los precios, con lo cual el desenlace de todo ello fué el inicio de LOS PROCESOS MIGRATORIOS Y EL DESARRAIGO en búaqueda de rentas más elevadas que solo era factible ya obtener en sectores económicos en auge y no en en el declinar del cáñamo y los alpargates....Terminaba así una etapa de convivencia local que propiciada por el monocultivo del cáñamo posibilitó, dentro de las limitaciones de aquélla época, un buen nivel de vida y un estrechamiento de vínculos en torno a una serie de costumbres recordadas con cierta nostalgia y romanticismo....Se confirma así que es LA ECONOMIA la que genera, en gran medida, la CULTURA Y LOS SENTIMIENTOS DE LOS PUEBLOS...

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