lunes, 16 de noviembre de 2015

Riqueza geológica de Cehegín







Cuando vayáis por la Vía Verde del Noroeste, en Cehegín, en toda la parte que hay frente al Escobar, ahora podéis ver y pensar sobre ese terreno de otra manera diferente. Son rocas del Triásico, del Bundsanstein, con una antigüedad de unos 248 millones de años. Es una muestra maravillosa de cómo eran los paleoambientes en una época tan remota. En aquel tiempo este punto espacial se hallaba dentro del supercontinente llamado Pangea. Lo más bonito es que viendo esas series de estratos podemos sacar unas conclusiones fascinantes. Había un clima semidesértico o un clima con una estación seca muy larga y una estación lluviosa corta, pero con lluvias abundantes y torrenciales en muy poco tiempo. Durante la época de lluvias se formaban en extensas zonas bajas grandes lagunas de poca profundidad, que durante la estación seca se evaporaban. Podemos observar perfectamente en los estratos dos tipos de sedimento, uno producido durante el periodo de lluvias torrenciales por el arrastre y depósito de los materiales desde zonas más altas, a través tanto de escorrentía por las laderas, como de las aportaciones desde barrancos o ríos, unas veces finos, como limos o arenas, y otras veces más gruesos, y también otro tipo de sedimentación diferente, lo que denominamos “residuo seco” o sea, que durante la estación seca el agua se evaporaba, pero las sales y sustancias disueltas se quedaban formando una capita fina. Y así un año tras otro. En esto último está el origen de los yesos que se encuentran por esta zona. Al cabo de millones de años se formaron esas series sedimentarias de influencia continental, pero relacionadas con el agua. En esta época los dinosaurios comenzaban a desarrollarse sobre la tierra. No os podéis imaginar la información tan fascinante que nos ofrecen los sedimentos. Éste era otro mundo, un lugar muy diferente del de hoy en día. La gente no tiene ni idea de la riqueza en cuanto a historia geológica que tiene este término municipal, la gran mayoría ni se lo imagina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario