Sandro Boticelli, " La Primavera". Fuente: Wikipedia.
jueves, 31 de diciembre de 2015
Cehegín Espacio Cultural os desea un feliz y próspero Año Nuevo
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Pintura
miércoles, 30 de diciembre de 2015
La lectura
Ciertamente la lectura es una
cuestión, al final, de gustos, de saber discriminar y elegir, ya que no se
puede leer todo lo que hay escrito. Un intelectual de primer nivel, un lector
de los grandes de verdad, quizá pueda leer a lo largo de su vida entre 5000 y
7000 libros, y eso teniendo en cuenta que empezara a leer a los 10 años y, al
menos, 2 libros por semana de manera ininterrumpida hasta los 80 años. La gente
tiene que trabajar, estudiar, tiene que vivir, hacer sus cosas cotidianas,
dormir, salir. Una vez estuve en la biblioteca privada de un conocido, en
Madrid, que posiblemente tenía unos 50.000 libros, como poco. Algo increíble.
La mayoría no los había leído. La clave está en la elección. Hay quien puede
elegir entre Cien años de Soledad y las memorias de Belén Esteban (y no es una
broma sarcástica) y coge las memorias de la Esteban. En fin, es una
elección. En el mundo hay bibliotecas que albergan varios millones de
volúmenes. Todo no se puede leer.
jueves, 24 de diciembre de 2015
Cehegín Espacio Cultural os desea una feliz Navidad
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Cehegín. Historia
martes, 22 de diciembre de 2015
El fósil de un árbol del Pleistoceno, en Cehegín.
La imagen que el lector puede ver en las fotografías es el molde de un tronco de árbol fosilizado,
que tal vez tenga en torno a unos 30.000 años, o sea, que se puede datar
en el Pleistoceno Superior, y está aquí en Cehegín. Lo que se puede ver
es el hueco que quedó al desaparecer la madera. Es muy probable que se
trate de un abedul. Se corresponde con una época de clima templado, más
frío que el actual. Durante un tiempo también sirvió de conducto natural
para una surgencia de agua de época posterior. El
árbol quedó fosilizado al ser cubierto por el agua que afloraba de un
manantial y poco a poco se recubrió con el carbonato cálcico. Así se
fueron formando, a lo largo de miles de años, grandes masas de tobas y
travertinos mediante la mezcla del carbonato cálcico del agua y la
abundante vegetación que éste iba cubriendo. En aquella época el agua
manaba en abundancia y había muchísimas fuentes y manantiales. Aquí no
hubo glaciaciones, pero sí grandes periodos pluviales, con épocas
intensísimas de lluvia. Entonces debió de ser un espectáculo ver los
ríos Argos y Quípar. Había fauna mayor incluyendo a osos, uros (toros
salvajes), algunos tipos de felino y también sabemos que había
poblaciones neandertales, por ejemplo en la Cueva Negra de la
Encarnación y presencia del Hombre Moderno. Este territorio debió de ser
maravillosamente hermoso durante el Pleistoceno. Hay algún lugar donde
aún quedan las surgencias (como agujeros en la roca) de agua de estas
fuentes antiguas, como reliquias fósiles. Este árbol es una reliquia de
un tiempo muy diferente, una joyita de nuestro patrimonio paleontológico
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Cehegin. Geología
viernes, 18 de diciembre de 2015
Las defunciones en Cehegín, durante el periodo 1810 a 1818 . Fiebre Amarilla, guerra y fenómenos climatológicos.
Las actas de defunción de la
parroquia de Santa María Magdalena de Cehegín son un elemento perfectamente
ilustrativo del enorme daño poblacional que causó la epidemia de Fiebre
Amarilla que coincidió con los estragos de la Guerra de la Independencia en esta
población. Se han contabilizado para el año 1809 95 defunciones de adultos y para el año 1810
un número de 79. Son cifras normales para este periodo. Sin embargo durante los
años 1811, 1812 y 1813 el número de fallecidos aumenta espectacularmente. No sabemos
el número exacto de los óbitos producidos por la epidemia, pero sin duda su
impacto fue importante. Así en 1811 hubo 155 fallecidos totales, en 1812 fueron
170 y en 1813 su número llegó hasta los 140. En 1814 y 1815 ya se estabilizan
las defunciones hasta un número habitual en estos tiempos, 92 muertos adultos
en 1814 y 82 en 1815. Sin embargo en 1816 se produce un ligero ascenso, hasta
los 107 fallecidos. No son muchos, pero parece que ninguna epidemia azotó la
villa ese año. Una posible explicación pudo ser el que se tratase de un año muy
frío y seco, causado por el fenómeno global conocido como “el año sin verano” referido
al 1816 y causado por la explosión de volcán Tambora en 1815, que llegó a
afectar a Europa Occidental. Pasado este año las cifras de fallecimientos vuelven a la normalidad, con 75 en 1817 y 78 en 1818.
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Cehegín. Historia
jueves, 17 de diciembre de 2015
La escultura de la semana. El martirio de San Sebastián, de Alonso Berruguete.
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Escultura
miércoles, 16 de diciembre de 2015
El telégrafo en el Cehegín de la primera mitad del siglo XX
Tenemos constancia de la
existencia de una estación telegráfica en Cehegín, al menos desde finales del
siglo XX, ya que éste fue, en su momento, un elemento fundamental para agilizar
las comunicaciones que, de otra manera tardaban días o semanas en alcanzar su
destino. Por eso, en cuanto fue posible y la economía lo permitió, se instaló
un telégrafo en Cehegín, de cuya gestión se ocupaba el
Ayuntamiento. Sabemos que en
14 de junio del año 1910 se tomó la decisión de sustituir la estación existente por otra, que ya había quedado obsoleta o había sufrido deterioro, siendo alcalde
don José de Béjar y Ciller.
En acta de 8 de febrero del año
1914 se acordó solicitar del Estado que se hiciera cargo de la estación
telegráfica que había en Cehegín, pensando que así se mejoraría el servicio,
dadas las malas condiciones económicas por las que pasaba en Ayuntamiento
ceheginero. Se destituyó al encargado don Juan García Rubio y se nombró como
interino a don Abdón Arévalo Moya.
En el año 1937 siendo alcalde don Bartolomé
Salcedo Jiménez, se tomó la decisión de instalar el telégrafo en la
cuesta del Parador, en la casa con el nº 15 de la época.
Desde la instalación de la
primera centralita en Cehegín, el uso del telégrafo fue algo casi
revolucionario y clave para la agilización de las comunicaciones de la entonces
villa en el ámbito nacional, tanto a nivel administrativo, como particular.
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Cehegín. Historia
martes, 15 de diciembre de 2015
El documento de la Semana. Real Orden de Carlos V, del año 1520
Real orden de Carlos V. 24 de marzo de 1520. Archivo Municipal de Cehegín
Esta R.O. está
fechada en 24 de marzo del año 1520, fue enviada al Concejo de Cehegín, y referida a
las penas que se daban cuando el ganado era requisado por entrar y
causar daño en las heredades concejiles, multa que consistía en matar
cinco reses y vender la carne, cuyo precio quedaba para el erario
concejil. Un joya de nuestro patrimonio documental.
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Cehegín. Historia
lunes, 14 de diciembre de 2015
Las tobas y travertinos del Pleistoceno Superior de Cehegín
a muy diferente al del territorio del actual Cehegín El
agua brotaba por doquier, había muchísimos manantiales, los ríos llevaban
infinitamente más agua que hoy en día. La vegetación era muy abundante, con
árboles de hoja caduca, en un clima templado-fresco, con bosques que crecían al
amparo de tanta humedad. El enfriamiento progresivo que se fue produciendo unos
pocos miles de años después propició la aparición de una nueva flora, ya más
adaptada al frío, con más abundancia de coníferas. Esto está documentado en las
series estratigráficas de las tobas, en las que en los niveles superiores a los
de esta flora de clima templado, aparecen piñas y restos de coníferas, lo cual
significa un enfriamiento del clima.
En invierno nevaba bastante, y en primavera se producía el deshielo, aumentando los caudales de agua y lo que hoy es Cehegín entonces era un vergel maravilloso. Había lagunas en las que el agua brotaba desde el suelo hacia arriba, por ejemplo en lo que hoy es la casa de Alarcón, como una fuente, y también manantiales (de los que aún se conservan las surgencias) que arrojaban agua a espuertas. Era algo maravilloso. Las masas rocosas de tobas que podemos ver muy cerca de Cehegín, a menos de un kilómetro, son de este periodo. Cuando llovía, llovía de verdad. La historia geográfica y geológica nos enseña mucho sobre el paso del tiempo y el cambio de los paisajes naturales.
En invierno nevaba bastante, y en primavera se producía el deshielo, aumentando los caudales de agua y lo que hoy es Cehegín entonces era un vergel maravilloso. Había lagunas en las que el agua brotaba desde el suelo hacia arriba, por ejemplo en lo que hoy es la casa de Alarcón, como una fuente, y también manantiales (de los que aún se conservan las surgencias) que arrojaban agua a espuertas. Era algo maravilloso. Las masas rocosas de tobas que podemos ver muy cerca de Cehegín, a menos de un kilómetro, son de este periodo. Cuando llovía, llovía de verdad. La historia geográfica y geológica nos enseña mucho sobre el paso del tiempo y el cambio de los paisajes naturales.
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Cehegín.Geología
jueves, 10 de diciembre de 2015
El arreglo del camino de Cehegín a Calasparra en el año 1861
En el año 1861, el Ayuntamiento
de Cehegín nombró una comisión para el
estudio del necesario arreglo del camino de Cehegín a Calasparra, dirección Madrid,
que se encontraba en muy malas condiciones, como por regla general sucedía con todas las carreteras y caminos de estos pueblos del interior. El presupuesto ascendió a 4.002
reales. Este camino resultaba de especial importancia para la entonces villa de
Cehegín, y desde luego hoy sigue siendo un elemento crucial de comunicaciones, ya que el tránsito de viajeros y de mercancías por esta vía principal era muy importante. Este
camino, muy antiguo, era como hoy, la arteria principal que comunicaba a las
villas de Cehegín y Caravaca con el norte. Cehegín tenía otros
caminos, como el del Agua Salada, o el mismo de Canara, que en última instancia
desembocaban en este de Calasparra, acortando algún tiempo en los
desplazamientos.
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Cehegín. Historia
miércoles, 9 de diciembre de 2015
¿Sabías que...? Noticias sobre el convento franciscano de Cehegín en el siglo XIX
Fotografía: F.M. Peñalver Aroca
Durante el II mandato de don Alfonso Alvarez de Castellanos ( 1848-1852) siguió coleando el tema de qué hacer con el convento franciscano, ya que en este momento, merced a las expropiaciones realizadas por la desamortización de 1836, había pasado a ser gestionado por el Estado, y los frailes quedaron exclaustrados, aunque el edificio no llegó a venderse por la presión de los sucesivos alcaldes. En acta de 26 de noviembre de 1848 se da cuenta de una comunicación del Administrador de fincas del Estado con relación a esta cuestión, y se acuerda poner en conocimiento del mismo que que por falta de recursos para atender a las obras que necesita dicho edificio y a la distancia que se encuentra de la villa de Cehegín, no es posible aprovecharse de la concesión que se hizo por Real Orden ( para su gestión por el Ayuntamiento) a fin de establecer en él un hospital civil y la cátedra de primera enseñanza. Se expresa que la Administración Provincial se puede incautar de nuevo de dicho edificio, a excepción de la iglesia, de la cual se advierte que es necesaria por tener funciones de parroquia para el pueblo y la huerta, así como de unas habitaciones contiguas, por ser necesarias para los capellanes. La exclaustración duró hasta el año 1878, en que se autorizó la restauración de la Provincia Franciscana de Cartagena.
miércoles, 2 de diciembre de 2015
Documento sobre el encargo de la talla de Santa María Magdalena, de Cehegín, desaparecida en 1936, y labrada por el escultor Ginés López
En el año 1730 se adquirió para la Parroquia de Santa María Magdalena, de Cehegín, una nueva imagen de la Magdalena, tallada por el escultor caravaqueño Ginés López Pérez. Este es el documento sobre la cuenta de la misma, conservado en el Archivo Municipal de Cehegín. Dicha imagen fue quemada en el año 1936 junto con el incendio de la iglesia parroquial.
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Cehegín. Historia.
martes, 1 de diciembre de 2015
El barrio de la Plaza de Toros, de Cehegín, año 1935, en una imagen
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Cehegin. Fotografía
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