lunes, 26 de diciembre de 2011

Alcaldes de Cehegín en el siglo XX, a través de las Actas Capitulares

D. José de Béjar y Ciller 31 de enero de 1910 a 22 de enero de 1914.


D. José de Béjar y Ciller fue elegido Alcalde-presidente del Ayuntamiento de Cehegín en 31 de enero de 1910, una vez que el alcalde saliente, Felipe Valero Ruiz, presentó su dimisión.
En acta de seis de febrero de 1910 se decidió solicitar al ministro de instrucción pública el que se conceda una subvención de 500 pesetas anuales para material de las clases diurnas y nocturnas del colegio de Nuestra señora de las maravillas, dirigido por la superiora sor Luisa Mauriño, de las Hijas de la Caridad de san Vicente de Paul. El colegio tenía matriculados a 250 alumnos de ambos sexos en sus tres grados de párvulos, elemental y superior, además de dar clases a adultos, de los cuales asistían 150 personas. Sin esta subvención se aduce que el colegio no podría mantenerse.
Se decide el arreglo y composición del reloj de la iglesia parroquial de santa María Magdalena, en acta de veinte de febrero, por el maestro relojero d. Bernardo Abenza. La reparación costó 37,50 pesetas.
En 15 de mayo de 1910, entre otras cuestiones, se acordó el arreglo del palco de la música, en el paseo de la Concepción.
En 14 de junio se tomó la decisión de sustituir la estación telegráfica existente por otra.
En 2 de agosto, el Ayuntamiento dio muestra de la profunda conmoción y pésame por el fallecimiento de d. Francisco López Chicheri, diputado a Cortes por Hellín, ex senador del reino por Albacete, ex gobernador civil de Murcia, “preclaro hijo de Cehegín”.
En acta de 9 de agosto de 1910 se acordó el dar la denominación de calle de López Chicheri al fragmento de la calle Mayor que discurre desde la cuesta del parador hasta la actual plaza del Mesoncico.
En fecha de seis de septiembre se decidió expropiar unos terrenos a d. Francisco Carreño Góngora frente al Partidor de Arriba, para destinarlos a plaza pública del barrio de las Maravillas, hoy plaza de la Verja. En acta de dos de octubre se acuerda cimbrar la acequia que pasa por allí, que por entonces estaba descubierta.
La problemática que suscita la situación en que se hallaba la ermita del Santo Cristo volvió  al debate municipal  y en acta de tres de enero de 1911 se dejó claro que la situación era desastrosa. Según el Acta, en el año 1909 se erigió en parroquia la dicha ermita, así como la de la Soledad “las cuales tienen nombrados sus curas y asignados sus sueldos y derechos de fábrica, y que el importe de unas y otras está depositado en las arcas episcopales de la Diócesis, suma de 7000 pesetas, sin que el mencionado personal haya tomado posesión de sus cargos…”
En la madrugada del día 30 de abril los empleados de la Sociedad “La Cruz y las Maravillas” que tenía el contrato para el suministro de luz eléctrica,  retiran las lámparas mandados por la empresa, por el impago de recibos por el Ayuntamiento. Esta situación se solucionará posteriormente.
Se siguen planteando problemas con el tema del cementerio nuevo, de lo que reza acta:

“ Visto un oficio que suscribe el señor cura párroco de esta villa manifestando la absoluta imposibilidad de abrir zanjas en el cementerio para la inhumación de cadáveres, y que por tal causa está dispuesto a pedir licencia a la autoridad eclesiástica para clausurarlo, y constando a la Corporación el hecho de que la fábrica parroquial posee los recursos necesarios para edificar el nuevo, con arreglo al plano y presupuesto unidos al expediente que aprobó a su tiempo el sr Gobernador civil, hecho que, además, corrobora el comunicante su instancia presentada en el año anterior, y en el oficio de que se acaba de dar lectura y considerando el Ayuntamiento que por la precaria situación de fondos es imposible en muchos años proceder a la construcción del proyectado cementerio, siendo además una imperiosa e inaplazable necesidad emprender las obras con la mayor urgencia, mucho más en las actuales circunstancias, en que se albergan temores fundados de una invasión colérica, la Corporación acuerda por unanimidad ceder cuantos derechos puedan asistirle a favor de la fábrica parroquial sobre construcción de la necrópolis proyectada…”
Evidentemente, como hemos comentado en más de una ocasión, durante el mandato de d. José de Béjar y Ciller es la construcción del cementerio nuevo la gran noticia que encontramos, ya en el año 1912. Debido al empeño del ecónomo de la parroquia de santa María Magdalena, d. Pedro Alcántara. Los terrenos fueron cedidos por la condesa viuda de Campillos y también colaboró económicamente el conde de la Real Piedad
Este año de 1912 es reelegido de nuevo como alcalde-presidente del Ayuntamiento de Cehegín d. José de Béjar y Ciller, tras realizarse nuevas elecciones municipales.
En Acta de 7 de octubre de 1913 se acuerda que se solicite en nombre del Ayuntamiento por el alcalde, a la Dirección General de Correos y Telégrafos que se saque a subasta la conducción del correo de esta villa en combinación con Caravaca y Calasparra, haciendo el servicio en automóviles y por el máximo de consignación.

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