viernes, 7 de agosto de 2015

Una breve reseña sobre el afamado maestro de escuela en Cehegín (en los años 1892 a 1916 ) don Elías Martínez Rico.





Inventario del mobiliario y bienes de una escuela de niños de Cehegín. Año 1891-1892. Archivo Municipal de Cehegín.




Ahora que estoy plenamente metido en la elaboración de mi nuevo libro, que es una historia de le educación infantil y primaria en Cehegín, me sorprendo gratamente de la cantidad de cuestiones interesantes y bonitas que se van conociendo junto a otras ya conocidas sobre las que se va profundizando. Uno de los mejores maestros de escuela que han pasado nunca por este pueblo, y eso es mucho decir, fue don Elías Martínez Rico. A mucha gente le suena el nombre, pero no hay muchos que sepan realmente quien fue este hombre. Nació en Fuentelespino, provincia de Cuenca, en el año 1847. Tras obtener en título en la Escuela Normal de Maestros comenzó a ejercer con 21 años, y después de pasar por otras poblaciones llegó a Cehegín en el año 1892, con una edad de cuarenta y seis años. Maestro profundamente vocacional, sus técnicas de enseñanza, novedosas para la época, lo llevaron a conseguir que su alumnado fuese muy destacado con respecto a los de las otras escuelas. Fue un maestro modelo y persona entregada a los demás. Ello lo llevo a que le concedieran la Cruz de Alfonso XII en 1902 y, más tarde el ingreso en la Orden de Isabel la Católica.  Como saben los lectores en esta época (la Orden Civil de Alfonso XII se creó en 1902) se concedía la Cruz de Alfonso XII al mérito en los campos de la educación, la docencia, la investigación y la ciencia. En 1939 se creo la Orden de Alfonso X el Sabio y en el año 1988 ambas se refundieron en una sola.
Después de jubilarse, poco antes de 1920 se le puso su nombre a la Cuesta de Moreno, donde había estado su escuela durante muchos años. Durante el franquismo mantuvieron el nombre a la calle, aunque él ya había fallecido años antes, más por el recuerdo popular a su figura que por otra cosa. En los años 80, pensando por error que se trataba de una calle puesta en época de Franco, le quitaron el nombre y volvieron a la denominación de Cuesta de Moreno, dejando en el olvido a un hombre que dedicó su vida entre 1892 y 1916 a educar a los niños de Cehegín  y que, desde luego, fue un reconocido personaje no sólo a nivel local.
En mi libro de sobre la historia de la escuela en Cehegín hablo más detalladamente de tan interesante personaje de la educación y la cultura locales. Cuando esté terminado y publicado podrán leer todo aquello que no sabían sobre la escuela en cehegín desde el siglo XVI hasta nuestros días.



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