Este croquis representa a escala la distribución de las ermitas rurales que tratamos en este artículo. El nº 1 es san Esteban, el nº 2 san Agustín, el nº 3 san Sebastián, el nº 4 san Ginés, el nº 5 santa Bárbara y el nº 6 la Virgen de la Peña.
Este trabajo, dirigido a las
ermitas rurales de la huerta de Cehegín de la Virgen de la Peña, san Agustín (hoy desaparecida), santa
Bárbara, san Ginés, san Sebastián, y san Esteban (hoy sobre ella edificado el
convento de san Esteban), es el resultado de la investigación realizada a lo
largo de dos años, poniendo de manifiesto que este conjunto de edificios se
encuentran interrelacionados entre sí, y no son elementos aislados, como hasta
el momento se había pensado. El estudio sobre el terreno, y la fotografía
aérea, junto a un sencillo estudio geométrico, vienen a poner de manifiesto el
interesantísimo tema de investigación tanto en el tema de la Historia del Arte, como
en general de la historia local, que se nos presenta con los datos obtenidos en
la investigación.
Origen de las ermitas
Dentro de este grupo nombrado
anteriormente, había ermitas que tenían titularidad concejil y otras que eran
privadas o relacionadas con capellanías. Sin duda alguna, las más antiguas de
todas las ermitas rurales de Cehegín son las de san Esteban, san Agustín, san
Sebastián y, por supuesto, la ermita de la Virgen de la Peña.
La ermita de san Ginés, aunque su fundación se realiza en el
siglo XVI, es muy probable que se encuentre asentada sobre una construcción más
antigua. Santa Bárbara, parece haber sido construida en el siglo XVI y la del
Campillo de los Jiménez en el siglo XVIII, a tenor de las noticias que nos
ofrece d. Alonso de Góngora Fajardo hacia 1820.
Hay un hecho interesante, que más
tarde desarrollaremos, y es que la ubicación espacial de las mismas responde a
que, siendo tan grande el término de Cehegín, éstas se hallan enclavadas en
este espacio, relativamente pequeño, por haber sido la zona de huerta en la
Edad Media, y, por ende, la de mayor
población rural, fundamentalmente de mudéjares hasta el siglo XIV, y una vez
superada la crisis poblacional del siglo XIV, de cristianos procedentes de las
repoblaciones.
Es muy probable que las ermitas
rurales se hallen edificadas sobre construcciones anteriores más antiguas,
cuestión esta que es muy común. En este territorio tenemos como ejemplo a la Virgen de la Peña de la que si sabemos que
el cerro ha estado ocupado al menos desde tiempos calcolíticos, o la ermita de la Encarnación, en
Caravaca, edificada sobre un antiguo templo romano. También sabemos que muy
cerca de la ermita de donde estaba la de san Agustín hubo un santuario en época
ibérica. Quizá la arqueología debería desvelas estas cuestiones.
Don Alonso de Góngora Fajardo, el
erudito local ceheginero, contemporáneo de d. Pedro Chico de Guzmán y salcedo y
de d. Pedro Puche Montalbán, en su manuscrito titulado “Noticias averiguadas y
trabajadas por mí, d. Alonso de Góngora y Fajardo, a primeros de este año de
1818…” nos informa sobre el origen de las ermitas rurales de Cehegín.
San Agustín
“La ermita del señor san Agustín, puesta en un cabezo de
bastante altura: al presente muy arruinada, situada en el partido que llaman
del Cerrellar. Se ignora su fundación, pero según la tradición de las personas
ancianas de esta villa es de las más antiguas de la huerta. El que suscribe,
conoció muchos años que para el día de su festividad salían de esta parroquial,
procesión en toda forma que se componía del cura, o de su teniente, la Cruz Mayor, dos
clérigos de obligación y algunos otros de devoción, la justicia y dos
regidores, comisarios, a nombre de la villa . Lo cuales todos juntos se
encaminaban a dicha ermita, en donde permanecía y vivía de continuo un
ermitaño, y con toda solemnidad cantaban una misa mayor y muchos años había su
sermón. Y concluida esta función, muy concurrida de este vecindario y de los
pueblos inmediatos, se retiraban y volvían procesionalmente a dicha parroquia,
con mucho acompañamiento y repique de campanas, tanto de dicha ermita como las
de la parroquia. Su patrono era la
Justicia y regimiento de esta villa, su ermitaño se mantenía
con las limosnas que pedía por el pueblo y huerta. Tenía su buena y decente
iglesia, y su campana. Su sacristía bastante capaz, con todos los ornamentos
necesarios y una casa unida, donde habitaba dicho ermitaño.”
San Ginés
“La ermita del señor san Ginés,
sita en esta huerta, partido que nombran la Fuente de Arjona, la fundaron Mayor Fernández y
Ginés González Guirado, consta del testamento que otorgó la dicha Mayor
Fernández en 1º de mayo de 1569, ante Rodrigo Carreño, escribano que fue de
esta villa. Se celebra su festividad el día 25 de agosto de cada un año, saliendo
procesión de esta parroquial a la madrugada de su día, y se dice una misa
cantada en su altar de dicha ermita. Se halla dotado con bienes para su
subsistencia. Su patrono actual en este presente año lo es el presbítero don
Francisco Ramón Fernández Guirado Pérez-Fajardo. Vecino de ella y teniente de
cura de ella en la actualidad.”
Santa Bárbara
“La ermita de santa Bárbara,
existente en esta huerta, en un cabezo titulado de dicho nombre, en el partido
del Campillo del Rubial, la fundó el padre Pedro Rodríguez del Amor, clérigo,
presbítero de dicha villa, por su testamento que otorgó en ella en 23 de
septiembre e 1579, ante Antonio Carreño, escribano que fue en ella. Se celebra
su festividad en el día propio de la
Santa, que es el 4 de diciembre. Dejó dotada dicha ermita y
su festividad con muchos bienes, que sujetó y grabó , dejándolos para siempre
con esta carga vinculados. Su patrono lo fue Don Juan Ramón Rodríguez Faxardo,
y en el día lo es don Francisco Cañete, natural de Moratalla y vecino del
marido de doña Maravillas Rodríguez Góngora, y por esta lo es el citado
Cañete=”
La Virgen de la Peña
“La ermita de Nuestra Señora de la
Peña, en su antigüedad fue castillo de los moros, y retirados
estos se advierte se dedicó en dicho templo al que se conserva con mucha
devoción. Se halla en una eminencia de una sierra de piedra viva en esta
huerta, partido que llaman Canara. Su patrona la villa. La Sagrada Imagen se custodia en
un camarín muy bien adornado. Tiene su capellán para celebrar el Santo
Sacrificio de la misa en aquel partido, los días de precepto de todo el año,
donde cumplen con la iglesia en el tiempo debido los feligreses de dichos
partidos.=”
Campillo de los Giménez
“La ermita del Campillo de los
Jiménez, distante de esta villa comolegua y media corta, y media legua más bajo
de la otra, y ambas dos a la orilla de la ribera del río de Canara, llamado
Argos, cuya ermita con el título de Nuestra Señora del Rosario. Esta la
fabricaron y construyeron sus vecinos y es moderna. Tiene su capellán, que dice
misa las fiestas y medias fiestas a los feligreses de este hermoso y deleitable
partido, en el día el mismo capellán que celebra la misa de la ermita de Nuestra Señora de la Peña, dice la de abajo,
diciendo dos misas en los días de precepto, con licencia del ordinario. En el
día es capellán don Joaquín Ros de la
Osa, presbítero. Ahora y antes fue fraile de san Francisco,
creo estuvo en las huertas de Lorca.”
Escobar y Burete
“Las ermitas del Escobar y Burete,
de esta huerta, la primera con la invocación de nuestra señora de la Nieba y la segunda con la
del patrocinio del Señor san José. Estas se fabricaron por los fieles de sus
respectivos partidos. Tienen lo mismo que las dos de arriba, su capellán y
celebra todos los días de precepto el mismo capellán en ada una ermita una misa
para que la oigan los feligreses de sus partidos. Los moradores en aquellos
cortijos contribuyen con su limosna. Acuden a el socorro de todo lo necesario
para ellas, como a el pago o limosna del capellán, que en el día los es el
presbítero don Francisco Hidalgo, y antes lo fue este fraile.”
San Sebastián
“ La de san Sebastián, arruinada
totalmente, al presente, sita en la
ribera del río Argos, a la parte del norte de esta villa, distante de ella
menos de un tiro de bala, que es poco más o menos del cauce o canal que hace el
citado río, y se halla en un cabecico mediano. Se ignora su fundación, pero lo
cierto es que es de las más antiguas. El Santo se halla en el día colocado en
un nicho que se hizo en el hospital de esta villa”.
La curiosa ubicación espacial
de un grupo de ermitas rurales.
Hemos transcrito lo que decía d.
Alonso de Góngora y Faxardo sobre la fundación de las ermitas rurales de
Cehegín, de las cuales hay alguna que, por su antigüedad, es totalmente
desconocida. De las de san Agustín, san Esteban, san Sebastián y la Virgen de la Peña es desconocida la fecha
de fundación, por lo antiguo, san Ginés y santa Bárbara son fundadas en el
siglo XVI y las del Campillo de los Jiménez, la antigua del Escobar y Burete parece
que fueron construidas en el siglo XVIII.
Dentro de todo este conjunto de
ermitas rurales hay un grupo, de las que dos (san Agustín y san Esteban , ya no
existen) que son edificaciones aisladas, que nunca han estado dentro de ninguna
cortijada, como son san Esteban, san Agustín, san Ginés, santa Bárbara, y san
Sebastián. La ermita más importante de todas las rurales, la Virgen de la Peña, sí que tenía, cerca de
sus muros una cierta cortijada, que la Canara primitiva.
En fin, pues este grupo de
ermitas presenta una particularidad sorprendente, curiosa y quizá para algunos
pueda parecer que tenga ciertos tintes de esoterismo. Nosotros vamos a plantear
los datos, corroborados con mediciones y fotografía aérea, por parecer un hecho
significativo y de un indudable interés para la historia del arte local. Por lo
tanto desde aquí aportamos los datos e indicios obtenidos para sentar unas
bases de investigación con respecto a este tema.
En principio vamos a comenzar
imaginando la situación de las ermitas
de san Agustín (que se hallaba en el la
parte alta del cabezo con el mismo nombre), san Sebastián y la Virgen de la Peña.
Ubiquémoslas espacialmente. Nos resulta un
triángulo acuntángulo y escaleno, no es
isósceles por una distancia casi inapreciable. Si la medida del lado entre la Virgen de la Peña y san Agustín no fuese
unos 80 metros
más larga que la de la Virgen
de la Peña con
san Sebastián el triángulo sería un isósceles perfecto. Teniendo en cuenta que
estas medidas están en relación sobre un lado de más de 3500 metros,
comprenderemos que 80 - 85
metros es una diferencia ínfima. En fin, esto, en
principio no nos dice nada, ya que si sólo se tratase de esta cuestión del
triángulo que forman estas tres ermitas, no sería nada de interés, por ser
perfectamente posible la casualidad de la ubicación. Pero, cuando nos ponemos a
analizar todo el entramado nos encontramos con cuestiones sorprendentes. En
cuanto profundizamos un poco, parece que el conjunto de estas ermitas estuviese
planteado precisamente así, para funcionar como un conjunto y no como unidades
individualizadas y aisladas entre sí. Sorprendente.
En el estudio geométrico hay que
tener en cuenta que hay tres números que resultan fundamentales en la
operaciones, el nº 1,618033 ( PHI), el nº 3,1416 ( PI) y el nº 2,2360 ( raíz
cuadrada de 5).
Distancias obtenidas entre
ermitas.
Virgen de la Peña a san Sebastián 3432 metros.
Virgen de la Peña a san Agustín 3521 metros.
Virgen de la Peña a san Ginés 2269 metros.
Virgen de la Peña a san Esteban 4367 metros
Virgen de la Peña a santa Bárbara 1915 metros
Santa Bárbara a san Esteban 2492 metros
Santa Bárbara a san Ginés 528 metros
Santa Bárbara a san Agustín 2069 metros
Santa Bárbara a san
Sebastián 1525 metros
San Ginés a san Agustín 1520 metros
San Ginés a san Esteban 2121 metros
San Ginés a san Sebastián 1394 metros
San Sebastián a san Agustín 2032 metros
San Sebastián a san Esteban 1356 metros
San Agustín a san Esteban 1563 metros
Si comenzamos a realizar un
análisis somero del dibujo geométrico imaginario del triángulo que forman las
ermitas de la Virgen
de la Peña, san
Agustín y san Sebastián, y del romboide que se crea al unir la de san Esteban,
nos encontramos con resultados sumamente interesantes. En principio, es
asombroso el que la distancia entre san Sebastián y la Virgen de la Peña, multiplicada por el nº
PHI (1,618033) nos dé la suma de las distancias de los otros lados del
triángulo, o sea, de la Virgen
de la Peña a san
Agustín y la de san Agustín a san Esteban.
Por otro lado nos encontramos con
algo interesantísimo: La distancia entre san Agustín y san Esteban,
multiplicada por 2,2360 (raíz cuadrada de cinco) resulta darnos la distancia de
san Agustín a la Virgen
de la Peña. La
distancia que se da entre san Agustín y san Ginés, multiplicada por dicha raiz
cuadrada de cinco nos da como resultado la distancia entre la ermita de san Sebastián
y la Virgen de
la Peña. Los
resultados son casi exactos. Tenemos pues, una relación de proporciones entre
el triángulo que forman las ermitas de la Virgen de la Peña, san Sebastián y san Agustín, con el
triángulo que forman las ermitas de san Agustín, san Ginés y san Esteban.
Dentro de este conjunto, se puede
formar un triángulo que tiene como lados la distancia de san Agustín a santa
Bárbara, pasando este lado sobre san Ginés, otro lado que va desde santa
Bárbara a San Sebastián y un tercero que une los puntos entre san Sebastián y
san Ginés. Pues, bien, en este triángulo, la distancia entre san Sebastián y
santa Bárbara es igual al segmento que forman las ermitas de san Ginés y san
Agustín en el lado comentado anteriormente, de modo que existe una relación
proporcional entre ambos.
Podemos buscar la circunferencia
que tiene inscrita en si misma a este triángulo formado por las ermitas de la Virgen de la Peña, san Agustín y san
Sebastián. San Esteban queda fuera, y san Agustín y santa Bárbara, dentro del triángulo.
Una vez obtenida esa circunferencia, obtenemos una línea paralela a la base del
triángulo, que viene a pasar, justamente sobre la ermita de san Ginés, hasta
que ésta corte los lados del triángulo. La línea que pasa por el punto en que
se halla san Ginés la dividimos en cinco segmentos, luego tiramos con la regla
una línea desde el punto de ubicación de san Agustín que debe de pasar por el
primer corte de esa paralela y cortar la circunferencia. De la misma manera lo
hacemos con otra línea que saliendo del punto de san Sebastián, pasa por el último corte de la
paralela, antes del punto de corte con el lado del triángulo, y que también
corta la circunferencia. Voilá… Hemos
obtenido un pentáculo, o estrella de cinco puntas, con sus cinco líneas prácticamente iguales.
Evidentemente las medidas son aproximadas, pero dado el volumen de territorio
que ocupa esta figura geométrica, me parece que el tema, al menos, debe de ser
objeto de estudio.
Analizando las cinco líneas que
lo forman, aún no siendo totalmente perfecto, presenta algunas proporciones
áureas (todos los pentáculos, naturales o no, las tienen)
La distancia entre santa Bárbara
y san Agustín, es la misma que la existente entre san Ginés y san Esteban, y lo
más curioso de todo: esta distancia entre santa Bárbara y san Agustín,
multiplicada por el número áureo, o razón aúrea de la pitagóricos, que es
1,618033987…, resulta dar, con un muy pequeño margen de error, la distancia existente entre san Sebastián y la Virgen
de la Peña.
Por otro lado, como datos
curiosos hemos podido comprobar como la distancia entre la Virgen de la Peña y san Sebastián
multiplicada por 3,1416 ( PI), su resultado dividido por 1,618033 (PHI) y la
cifra total resultante dividida por PI, nos da como resultado la distancia
entre san Ginés y san Esteban, entendida ésta como de 2121 metros.
También es interesante destacar
que las ermitas de san Esteban, la Virgen de la Peña, san Agustín y san
Sebastián forman una cruz. Pues bien, la distancia entre san Esteban y el
crucero imaginario, multiplicada por 3,1416 (Pi) da como resultado la distancia
muy aproximada entre dicho crucero y la Virgen de la Peña.
Podríamos estar aportando muchas
más fórmulas, y algunas complejas, en las que se muestran la interrelación
existente entre dichas ermitas, pero las voy a guardar para futuros artículos.
Es evidente que cuando nos
basamos en medidas sobre el terreno nos encontramos con ciertos márgenes de
error, por lo que lo aquí aportado se da como aproximado.
Sin querer aventurarme en conjeturas
excesivamente idealizadas, es muy probable que la ubicación de estos edificios
religiosos rurales venga dada por otros anteriores que quizá sí que fueron
colocados en dicho lugar intencionadamente buscando un dibujo geométrico. Yo,
con este breve artículo, que no es el definitivo, sino una introducción, sólo intento dar a conocer unas claves básicas
sobre este extraordinario descubrimiento para la historia local en Cehegín.
Francisco Jesús Hidalgo García.