lunes, 14 de abril de 2014

Los molinos harineros en Cehegín




Restos de uno de uno de los molinos del Puntarrón. Fotografía de Francisco Ortega Bustamante.



Desde la antigüedad el molino ha sido un elemento de primer orden dentro del entramado económico por su importancia para la alimentación de la población, por un lado y por la producción económica que traía a sus propietarios en materia de rentas. Nos vamos a hacer eco de los molinos durante la edad media y moderna, aunque esto mismo puede ser perfectamente extrapolable al siglo XIX y parte del XX en Cehegín.
Había muchos tipos de molino en cuanto a la materia que se trabajaba aunque los dos más importantes eran el molino harinero y el molino de aceite, conocido como almazara. Hablemos del molino harinero.
Desde la Edad Media en cehegín se encuentran molinos que tienen una titularidad concejil y otros que la tienen privada. Era ésta una cuestión muy controlada dadas las rentas que producían, ya que, evidentemente, la población debía de llevar el trigo a la molienda para obtener harina y por ello se cobraba un dinero. Pronto los más pudientes a nivel económico y político fueron ejerciendo e intentando controlar estos medios como los molinos hornos etc y consiguiendo licencias para su construcción y uso. El concejo tenía uno o dos molinos de su titularidad, al Orden de Santiago tenían el suyo y los ricos también. Ello llevó a importantes pugnas de tipo político, en que la oligarquía se afanaba por ocupar puestos en el Concejo, más que por cuestión honorífica, por cuestión económica, ya que el control del Concejo suponía controlar la economía y las rentas que se producían, además de poder especular con la producción de los molinos propios y sus rentas. Estas luchas entre oligarquías trajeron serios problemas de violencia en los siglos XVI al XVIII en Cehegín.

Había varios tipos de molino dentro de los harineros, básicamente en función del medio que se utilizaba para mover la piedra, aunque en Cehegín el más común era el de tipo hidráulico, en que una corriente de agua movía un mecanismo que accionaba la piedra para la molienda del cereal. También había de tracción animal y de viento, aunque estos últimos no existían en esta comarca, ya que no se daban las condiciones de viento adecuadas para su funcionamiento.
La referencia más antigua que tenemos para un molino en Cehegín es del año 1295, cuando se vende a Nicolás Pérez de Val Borraz el Señorío de Canara, en que se incluyen los molinos que tenía.
Durante los siglos XVI al XVII consta documentalmente la existencia de varios molinos en Cehegín, entre concejiles y privados, al igual que almazaras, pero no podemos saber el número exacto. Es ya a mediados del siglo XIX cuando podemos saber una cifra exacta, entre otras fuentes, a través del Diccionario Geográfico Estadístico de d. Pascual Madoz, en el año 1847. Dice así:

“11 molinos harineros, 8 de aceite, uno de éstos muele con agua, 11 hornos y 2 fábricas de jabón”

Ya en el año 1906 , un documento del Archivo Municipal de cehegín nos ilustra con un censo sobre los molinos harineros, siendo 12 los que había en ese mismo año.



A mediados del siglo XX el número era de unos 15 molinos, para ir progresivamente decayendo desde los años 60 en adelante hasta desaparecer los molinos tradicionales.

Desde la Edad Media, se molía trigo, cebada y centeno básicamente, amén de algún otro cereal másminoritaria, y a partir del siglo XVII la introducción maíz, conocido como panizo, también se dedicó a la producción de harina.


También lo pueden leer en mi libro " Miscelánea Histórica de Cehegín".