jueves, 29 de octubre de 2015

Cehegín y los Baños de Archena



 Quizá la relación más fluida dada entre las poblaciones de Cehegín y la de Archena haya sido la del flujo de personas que han acudido, desde tiempo inmemorial, a tomar las aguas en los archiconocidos baños de esta población, bien por cuestiones de salud, bien por placer. Sabemos perfectamente, por la documentación municipal, tanto de las actas de Pleno como de la Junta Municipal de Sanidad, que la Corporación solía aportar ayudas a los enfermos pobres para que acudiesen a tomar los baños, dentro del proceso de tratamiento que recomendaban los médicos locales. También en los periódicos de principios del siglo XX, como la Luz de la Comarca, el Siglo Nuevo, Cehegín, se hace mención, pero en este caso de aquellos que lo hacían por descanso, o también por enfermedad, pero tratándose de personas de buena posición social. En este caso suele aparecer una nota en que la redacción del periódico se congratula de la vuelta de tal persona de tomar los baños. También cuando se inicia el viaje suelen aparecer notas de prensa en que desean un buen viaje, donde fulano pasará unos días con su familia, para reponerse o descansar tomando las aguas.

Un tiempo en que suelen figurar muchos casos sobre las aportaciones del Ayuntamiento para que los enfermos pobres sin recursos puedan ir a tomar las aguas de Archena es durante el periodo de la Segunda República. Dejamos un par de textos para que quede constancia documental de ello. En acta de Pleno del día siete de junio del año 1935, siendo alcalde don Rafael Carrasco Aracil se tomó el siguiente acuerdo:

“Visto el certificado médico expedido por el facultativo don Bonifacio Ordóñez Fajardo, en el que se hace constar que el enfermo Salvador de Gea Bernad, inscrito en esta Beneficencia Municipal, precisa tomar los baños de Archena para el restablecimiento de la enfermedad que padece, y constando a la Corporación la certeza de los extremos alegados, acordó socorrer al pobre de que se trata con la cantidad de quince pesetas para que con su importe atienda a los gastos de viaje.”

En acta de pleno del día veintitrés de abril del año 1936 se acordó subvencionar el viaje de dos enfermos pobres a los baños de Archena. Curiosamente en este mismo acta presenta su dimisión don Manuel Fajardo Ruiz y preside la Corporación don Francisco Martínez Egea como primer teniente de alcalde.

“Vistos los certificados médicos presentados por los pobres de solemnidad Zenón Pérez Sánchez y Antonio Valera de Gea, en los que se hace constar  que ambos enfermos precisan tomar los baños de Archena para el restablecimiento de las enfermedades que padecen y considerando que, evidentemente, ambos solicitantes carecen de medios económicos para atender a tal fin, la Corporación, por unanimidad, acordó socorrer al primero con la cantidad de diez pesetas y al segundo con la de veinte pesetas, para que atiendan a los gastos de viaje, teniendo en cuenta que el señor Valera de Gea se encuentra impedido para moverse, por lo que necesariamente ha de ir acompañado por una persona de su familia.”

Los baños, como hemos dicho, siempre han sido el vínculo de conexión más claro que ha existido entre los pueblos de Cehegín y Archena. Aguas que siempre se han considerado propicias para tratamiento de determinadas enfermedades, pero que también atraían a personas en busca de descanso, incluso en viaje de novios era costumbre ir, tanto a los comentados como a los de Fortuna y Mula.




miércoles, 28 de octubre de 2015

La lápida o mesa de altar del obispo Hodoacro encontrada en Begastri el año 1626.

La lápida o mesa de altar del obispo Hodoacro encontrada en Begastri el año 1626. En el siglo XVIII ya estaba desaparecida. Fue copiada por fray Mateo Botija.

lunes, 26 de octubre de 2015

Acta capitular sobre la producción agrícola en el Cehegín de la segunda mitad del siglo XVIII

El documento que dejamos a continuación refleja los datos de producción de todo lo que se obtenía en la agricultura de Cehegín. Les dejo las imágenes de los documentos originales que, por ser del siglo XVIII, no tienen una lectura difícil. Un documento muy interesante para el estudio de la economía local ceheginera en la segunda mitad de éste siglo.




Documento 14 de agosto de1775. Archivo Municipal de Cehegín. Foto 1


Documento 14 de agosto de1775. Archivo Municipal de Cehegín. Foto 2

Documento 14 de agosto de1775. Archivo Municipal de Cehegín. Foto3

viernes, 23 de octubre de 2015

Una noticia sobre Cehegín, en el periódico francés "Le temps"en el año 1930




Las tensiones entre lo laico y civil y lo religioso, en el año 1930 estaban, sin duda, en un punto ascendente, propio de aquellos años anteriores a la Guerra Civil, y también a la II República Española. En 1930 se produjo un incidente curioso, pero indicativo de la situación social en Cehegín, que fue recogido incluso por los medios internacionales. Una noticia en el periódico francés " Le Temps" hace mención a este episodio anecdótico.

" En ese momento en que muchas bandas de música acompañaban a la procesión del Santo Entierro en Cehegín (provincia de Murcia), a la cabeza de la cual se encontraban el alcalde y el cura, los músicos tocaron con aires alegres. El cura protestó, el alcalde estimó que la razón la tenía él y lo expulsó de la procesión. La ceremonia acabó entonces civilmente"

jueves, 22 de octubre de 2015

La última firma de don Alonso de Góngora, alférez mayor de Cehegín que murió a manos de don Martín de Ambel y Bernad


Acta capitular de 10 de abril de 1623. Archivo Municipal de Cehegín



 Acta capitular de 10 de abril de 1623. Archivo Municipal de Cehegín




La última firma de don Alonso de Góngora, el alférez mayor de Cehegín, el mismo día en que iba a morir a manos de don Martín de Ambel en Cehegín. Este documento lo firmó don Alonso el día 10 de abril de 1623 (curiosamente el acta de defunción da, por un error del cura al redactarla, el día 8 como el de su muerte). Don Alonso de Góngora no imaginaba al firmar el acta capitular que su muerte estaba a unas pocas horas.

martes, 20 de octubre de 2015

El poema de la semana. "La tarde pidiendo amor", de Nicolás Guillén



La tarde pidiendo amor.
Aire frío, cielo gris.
Muerto sol.
La tarde pidiendo amor.

Pienso en sus ojos cerrados,
la tarde pidiendo amor,
y en sus rodillas sin sangre,
la tarde pidiendo amor,
y en sus manos de uñas verdes,
y en su frente sin color,
y en su garganta sellada. . .
La tarde pidiendo amor,
la tarde pidiendo amor,
la tarde pidiendo amor.

No.
No, que me sigue los pasos,
no;
que me habló, que me saluda,
no;
que miro pasar su entierro,
no;
que me sonríe, tendida,
tendida, suave y tendida,
sobre la tierra, tendida,
muerta de una vez, tendida. . .
No.

lunes, 19 de octubre de 2015

Una noticia sobre Cehegín en el periódico francés "Le Radical", del año 1893



En la edición del martes día 4 de julio del año 1893, se recoge una noticia, en su sección de noticias del extranjero, sobre unos disturbios que estallaron en Cehegín a causa de los elevados impuestos que sufría la población. Sesgún la información, los disturbios causaron dos muertos y algunos heridos. Aunque en esta fuente no se da más información, parece ser que se trató de un estallido de violencia popular importante. Sabemos que en el año 1893 hubo un incendio en la secretaría del Ayuntamiento, en lel que se quemaron algunas actas capitulares de años anteriores, pero no tenemos constancia de que estuviesen relacionados dichos altercados.

viernes, 16 de octubre de 2015

Una helada para recordar, en el Cehegín del año 1857



Desde luego, periódicamente, con el paso de los siglo en Cehegín se han ido produciendo desastres de tipo meteorológico que han tenido una relevancia especialmente importante en la economía del año en el que se dieron.  Una, muy llamativa por las fechas en que se produjo, fue el temporal de frío que se cernió sobre esta tierra a finales de abril y principios de mayo del año 1857, de modo que su pico estuvo en los días 27 de abril y 2 de mayo, con una helada descomunal que provocó, no sólo la pérdida de gran parte de la cosechas de verduras, legumbres y frutas del término municipal, sino que además se perdió más de la cuarta parte de la producción de vino de ese año, porque las viñas se vieron muy afectadas, según las actas capitulares de 1857. Era la alcaldía de don José Montañés y Béjar. Fue necesario tomar medidas para evitar que las graves pérdidas afectaran a los jornaleros y a sus familias, porque ellos vivían al día con su salario, y ese año el trabajo para ellos bajó considerablemente, sobre todo durante la vendimia.

miércoles, 14 de octubre de 2015

El antiguo barrio popular del Coso, en Cehegín

El casco antiguo de Cehegín hacia el año 2005. El espacio que se ve como solares en el centro de la fotografía es el lugar donde se encontraban la mayor parte de las casas del Coso. Hoy allí está el jardín que lleva dicho nombre.





El del Coso fue el perfecto ejemplo de barrio popular, término apropiado para él en el más amplio sentido de la palabra. En sus orígenes medievales fue zona de tránsito, de paso desde la parte baja del cabezo hasta el pueblo y de ahí su nombre. Estaba ubicado extramuros de la villa. Más tarde se pobló y desde el siglo XVI fue lo que ha sido hasta hace tan pocos años, un conglomerado de casas donde siempre habitaron los humildes, gente trabajadora, en hogares pobres construidos para vivir desde el interior al exterior, un espacio, como en gran parte del Casco Antiguo de Cehegín, donde la gente esencialmente hacía su vida cotidiana en la calle, aquellas callejuelas angostas y pedregosas, y la casa quedaba para lo más esencial. Los años 80 y 90 del siglo XX supusieron el fin de este espacio urbano. El abandono de la población, la antigüedad y los materiales pobres de construcción, las lluvias, y sobre todo la nieve, provocaron la ruina de la mayoría de las casas, que tuvieron que ser demolidas. Esta situación propició la formación de un paisaje extraño de solares y rampas de tierra, que chocaba con la estampa urbana que lo rodeaba y entre la que quedaba como un islote desierto y desangelado. Ahora, lo que fue este barrio popular, y populoso en cuanto a población, se ha transformado en un jardín que se ha instalado sobre lo que fueron aquellas casas humildes, como objeto para evocar el recuerdo de un espacio tradicional que ya no está, pero que perdura. La visión de un concepto moderno como la arquitectura y otro tradicional con el agua y la vegetación, harán pervivir la memoria de lo que fue y a la vez definir unos nuevos tiempos, donde el pasado y el presente se funden, se amalgaman mirando al futuro, ya que el Jardín del Coso es el espacio que hoy vemos, integrado en aquel tradicional que lo rodea y del que ha sido parte, y superpuesto sobre los cimientos y la imagen mental del antiguo barrio que ahí permanecerá por siempre.

Cehegín en primavera


martes, 13 de octubre de 2015

Los extranjeros en el Cehegín del siglo XVI


Si consultamos los padrones del siglo XVI de Cehegín, de habitantes y de impuestos, podemos ver que, fundamentalmente en la segunda mitad de dicho siglo, nos encontramos con la presencia de extranjeros empadronados en esta villa. Hay genoveses, portugueses, algún francés etc. Uno se pregunta, ¿qué hacían estos extranjeros empadronados en una villa como Cehegín? ¿Cómo llegaron aquí? ¿Se quedaron? ¿Cómo terminaron en un pueblo perdido del Noroeste del Reino de Murcia, un espacio deprimido y rural, con malas comunicaciones gentes que, comúnmente eran personas de ciudad?
Parece ser que Cehegín, durante la segunda mitad del siglo XVI, tuvo una mejora sustancial de su economía, aunque ello no significa que dejara de ser una población con enormes desigualdades sociales, donde unos pocos controlaban la mayor parte  de los recursos y había un importante número de pobres (pobre en el sentido de lo que esto significaba en el siglo XVI, o sea, personas que pasaban hambre). Quizá llevados por la mejora económica estos extranjeros venían como comerciantes, por ejemplo los genoveses en relación con el tema de la seda y los paños que se producían en la misma localidad. También en relación con el comercio del cáñamo venían algunos. Es curioso también el que llegasen franceses e italianos en busca de piedra imán, magnetita, para ser usada en los más variados casos, desde la medicina hasta las brújulas. Esto propició que se les obligara a pagar por llevarse las piedras. También había algunos que llegaban y se empadronaban para montar un negocio. Es posible que algunos llegasen desde muy lejos huyendo, con nombres cambiados, en un intento de escapar de la justicia en su país, y también había alguna prostituta extranjera que llegaría sin saber muy bien cómo. Durante el siglo XVI, como hemos dicho en alguna ocasión, el Concejo daba solares en el casco urbano, y también tierras baldías de monte, en propiedad, y ello atrajo a bastantes personas, aunque evidentemente la mayoría eran españoles, pero a la vez esta estrategia concejil hizo que aumentase la economía local y la llegada de algunos extranjeros, aunque, ciertamente, su número no era elevado, y los que se quedaban de manera permanente eran aún menos.

viernes, 9 de octubre de 2015

El "Motín de los jornaleros" del año 1836, en Cehegín.


El 14 de marzo de 1836, siendo alcalde de Cehegín don Antonio Chico de Guzmán, se produce en Cehegín el conocido en la historia local como “Motín de los jornaleros”. Hartos de miseria, penurias y hambre en un Cehegín deprimido, todavía convaleciente de las secuelas de la Guerra de la Independencia, en manos de una aristocracia terrateniente muy bien posicionada económicamente que los trataba como mano de obra casi esclava, posiblemente por algún motivo que hizo prender la mecha de unas tensiones acumuladas durante siglos, provocó un levantamiento de los braceros, no sabemos si de manera espontánea o quizá alentado políticamente, pero que puso en jaque a los políticos locales. En realidad no fue más que un levantamiento en busca de condiciones más humanas para su trabajo y la vida de sus familias, que pronto fue sofocado y reprimido. De este tipo de levantamientos populares conocemos varios en el Cehegín del siglo XIX, siendo quizá el otro más conocido el llamado “Motín de los leñadores”, en el año 1867.

miércoles, 7 de octubre de 2015

El viejo teatro de Cehegín, en el año 1906.

Folleto para anuncio de obra de zarzuela en el teatro de Cehegín. Año 1906. Archivo Municipal de Cehegín.

martes, 6 de octubre de 2015

La evolución urbana del Casco Antiguo de Cehegín hasta el siglo XVIII





Cehegín aparece hacia el siglo X iniciando su conformación en torno a un castillo roqueño que fue construido a partir de un campamento militar musulmán, y junto al cual se fueron instalando comerciantes y población en general, lo que daría origen a la más antigua zona urbana del pueblo que, al parecer, estaba ubicada entre la zona de la calle nueva y la Cuesta de las Maravillas y el lugar conocido como el Puntarrón. Ya en época musulmana se dotó de una muralla a la población, cuyo lienzo primero comenzaba en la calle Nueva, seguía por lo que hoy es la plaza Vieja, continuaba por la actual plaza de los alpargateros, sobre la Peña del Judío y desde allí iba a la torre del Pozo para subir hasta enlazar con el castillo por la actual calle de santa María Magdalena y la puerta que se conoce como de Caravaca. Durante el siglo XIV, ya después de la reconquista del Reino de Murcia por los cristianos, Cehegín sufrió un estancamiento demográfico que llevó casi a la despoblación toda esta zona, por lo que la parte urbana no sólo no creció sino que perdió población con respecto al siglo XIII. En el siglo XV se va produciendo progresivamente un aumento poblacional y económico, que llevó a realizar dos ampliaciones en la muralla, muestra del crecimiento de la villa. Por un lado se cerró todo lo que hoy es el Puntarrón con un lienzo que bajaba, más o menos desde la puesta de Canara hasta el lugar de los molinos y subía a la torre del Pozo. A finales del siglo XV se cerca el arrabal que se conforma entre el Puntarrón y el Coso, aunque este último queda  como un barrio fuera del recinto amurallado.
Hasta principios del siglo XVI el primer núcleo original urbano  había sido el cabezo donde estaba el castillo y la iglesia parroquial de santa María Magdalena, pero la mejora poblacional y de la economía hace que la población aumente espectacularmente. En este momento la expansión urbana se dirige fundamentalmente hacia el otro cabezo que hoy es parte importante del Casco Viejo, el de la Concepción. También entonces, hablamos de principios y mediados del siglo XVI, la construcción de casas se va extendiendo en dirección hacia la ermita de la Soledad y el Cubo, ocupando todo el espacio de esa ladera. Sabemos  que la población en Cehegín, hacia el año 1595, era de 262 vecinos que se corresponde con un una población total de unos 1000 habitantes. Cien años después era de 1100 vecinos, unos 4600 habitantes en el término concejil, hasta llegar a unos 7000 habitantes hacia el año 1750.
A finales del siglo XVI el cabezo del castillo está totalmente urbanizado, incluido el barrio del Coso. Durante el siglo XVII ya se ha conformado la estructura viaria principal del Casco Viejo con la dicha calle Mayor, la cuesta de Moreno y la calle de la Tercia, en torno a las cuales se construirán las casas de los principales potentados. El siglo XVIII es en el que se acaba la urbanización del cabezo de la Concepción, fundamentalmente en su segunda mitad, de modo que hacia 1800-1825 podemos decir que, lo que conocemos como Casco Viejo de Cehegín, ya está edificado tal y como lo conocemos hoy en día, llegando hasta lo que conocemos  como poyos del Partidor y la calle de Poniente. Una parte importante de la construcción de casas en los siglos XVII y XVIII se realizó merced a donaciones de solares concejiles por el Concejo a particulares, en muchos casos a personas foráneas, con la condición de que se empadronasen, pagasen impuestos y trabajasen en la villa.
En cuanto a edificios principales decir que la iglesia de santa María Magdalena, originalmente de los siglos XIII-XIV fue rehabilitada y ampliada en los siglos XVI y XVII, aunque las obras no acabaron hasta el año 1698, y la torre en 1774. La ermita de la Concepción fue consagrada en 1555, aunque construida, al menos, quince o veinte años antes. La ermita del Santo Cristo fue acabada hacia 1590 y la de la Soledad terminada de construir en 1595, con su torre en el año 1788. El palacio de los Fajardo es del siglo XVII, la Casa de Jaspe de mediados del siglo XVIII, la casa de la Tercia del siglo XVII, la Casa de don Octavio del siglo XVII, el edificio del Casino del siglo XVII y en general, todas las casonas y palacetes del casco viejo, se encuadran entre el siglo XVII y el XIX.

lunes, 5 de octubre de 2015

La lectura



 
 Fotografía de la Biblioteca Antigua del Trinity College. Dublín.  Fuente: Dublín.es


 
Ciertamente la lectura es una cuestión, al final, de gustos, de saber discriminar y elegir, ya que no se puede leer todo lo que hay escrito. Un intelectual de primer nivel, un lector de los grandes de verdad, quizá pueda leer a lo largo de su vida entre 5000 y 7000 libros, y eso teniendo en cuenta que empezara a leer a los 10 años y, al menos, 2 libros por semana de manera ininterrumpida hasta los 80 años. La gente tiene que trabajar, estudiar, tiene que vivir, hacer sus cosas cotidianas, dormir, salir. Una vez estuve en la biblioteca privada de un conocido, en Madrid, que posiblemente tenía unos 50.000 libros, como poco. Algo increíble. La mayoría no los había leído. La clave está en la elección. Hay quien puede elegir entre Cien años de Soledad y las memorias de Belén Esteban (y no es una broma sarcástica) y coge las memorias de la Esteban. En fin, es una elección. En el mundo hay bibliotecas que albergan varios millones de volúmenes. Todo no se puede leer.



domingo, 4 de octubre de 2015

Curiosidades de los papeles antiguos







En los tiempos en que estaba en la Universidad y estudiaba paleografía, recuerdo que tuve la oportunidad de consultar un proceso de la Santa Inquisición española, del siglo XVII, copia del fondo que existe en el Archivo Histórico Nacional. Trataba del proceso a un matrimonio que, de manera consentida por los dos, practicó una noche el llamado pecado nefando o, en otras palabras, que tuvieron sexo anal. La mujer, en los días siguientes, llevada por el remordimiento y ese terror inculcado en aquellos tiempos de fanatismo religioso, pensando que su alma se había condenado para siempre denunció el caso, e inmediatamente llegó a la Santa Inquisición. Sin duda se arrepentiría después, porque puestos bajo tormento confesaron. Él fue condenado a la muerte quemado en la hoguera y ella, quizá por el arrepentimiento demostrado, condenada a pasar el resto de sus días en un convento. Basta aclarar que  el resto de su vida no lo pasó como monja, sino como presa.  

viernes, 2 de octubre de 2015

Se inaugura la exposición " Begastri. Un antes y un después", en el Museo Arqueológico Municipal de Cehegín.



Ayer, día 1 de octubre de 2015, a las 20:00 horas de la noche, se inauguraba la exposición " Begastri. Un antes y un después", en las salas del Museo Arqueológico Municipal de Cehegín. Se trata de una interesante muestra de la evolución de las excavaciones y los hallazgos en la ciudad ibérica, romana y visigoda de Begastri desde que éstas comenzaron en el año 1979 de la mano del arqueólogo y catedrático de Historia Antigua ( hoy jubilado) don Antonino González Blanco. En la exposición se pueden contemplar valiosos objetos arqueológicos procedentes de la antigua ciudad episcopal, entre ellos la Cruz Monogramática de Begastri.
La muestra permanecerá abierta al público durante todo el mes de octubre.



Imagen de la Cruz Monogramática de Begastri

1816, un año complicado en Cehegín



El año 1816 es aquel conocido como el “año sin verano”. Sabemos que este fenómeno meteorológico (o conjunto de fenómenos meteorológicos) que dieron lugar a un enfriamiento del clima en buena parte del planeta y desde luego en Europa Occidental vino dado como consecuencia de la erupción del volcán Tambora, en Indonesia, en  abril de 1815 una de las más potentes del último milenio en el planeta, junto a una importante actividad volcánica en otras partes del mundo. Ahora estoy trabajando en la recopilación de datos para ver sobre qué manera influyó este enfriamiento en la economía local de Cehegín, y parece ser que pudo influir en la producción agrícola. Fue un desastre de proporciones planetarias. Desde luego este fenómeno sólo vino a acrecentar  el dramático panorama económico y social que tenía este pueblo a causa de las secuelas que quedaban de la Guerra de la Independencia, con un empobrecimiento generalizado de la población y las que habían aparecido nuevas, como el bandolerismo en esta comarca del Noroeste, que durante años se convirtió en un auténtico problema de seguridad pública.

jueves, 1 de octubre de 2015