viernes, 24 de junio de 2011

Las plagas de langosta en el Cehegín de los siglos XVII y XVIII



Las sociedades rurales como la misma de Cehegín en el siglo XVIII eran extremadamente sensibles a los cambios climáticos o a los desastres naturales, de tal modo que, cualquier alteración significativa podía conducir a una hambruna o una crisis de subsistencia para la población local. La base de la alimentación era el pan, que, como todos saben se elabora a partir de la harina de cereales, el blanco de trigo y el negro de centeno. Había dos cuestiones a las que se tenía un profundo miedo cuando se presentaban, por encima de las demás, que eran la sequía y la plaga de langosta. Esta última era, aunque hoy en día nos parezca un tanto alarmista, el mayor problema que se le podía presentar a los sembrados de cereales en los secanos. La capacidad de la langosta, o saltamontes, de reproducirse es tal que, en un solo día, una plaga importante puede consumir y arrasar varias  hectáreas de cereal. Por eso se lo tomaban muy en serio, y, quizás relacionado con el contraste climático y las abundantes sequías, en los siglos XVII y XVIII hubo muchas plagas importantes. En estos casos se realizaban batidas con cuadrillas de peones para coger y matar a los insectos. Pero había un problema, grave y difícil de eliminar, el desove. Cuando las langostas pasaban por el terreno, en los sembrados, desovavan los huevos y eso significaba que después volverían a reproducirse. Entonces lo que se hacía era quemar los rastrojos y lugares donde se veía que habían puesto los huevos, y, desde luego, se tomaba muy en serio el tema. Hoy en día las plagas de este insecto se dan, periódicamente, más en África, en la zona del Sahel. En estas plagan se mueven millones de insectos, que destruyen todo por su capacidad de desplazamiento y movilidad. En Cehegín, y toda la comarca, son comunes las Actas Capitulares referidas a Acuerdos a tomar, bien para prevenir, bien para acabar con alguna invasión de langosta. Normalmente las cuadrillas de hombres eran pagadas por el Concejo, que, en caso necesario, movilizaba a todos lo que estaban en condiciones de trabajar.

Aquí dejo un Acta Capitular referente a este tema, del año 1758

“Por quanto se va experimentando que la plaga de langosta que obó* en este término está  abibada la mayor parte, y que la demás se yrá abibando continuadamente por ser el tiempo en que naturalmente se abiba. Por tanto decretaron que los regidores desta villa baian saliendo al término de ella por partidos y por turno entre dichos regidores, con la gente y peones sufizientes  a quemar y extinguir dicha langosta, para lo qual se libren por ahora y con calidad de reintegro los maravedíes o cantidades sufizientes y nezesarios del caudal de la bodega del azeite, por no hauer en los propios, y no usar , como usa, esta villa de arbitrios, ni tener otros depósitos, lleuando la deuida quenta de este caso, y tasando al más bajo prezio los jornales a la prudenzia y solicitud de dichos regidores…”

Archivo Municipal de Cehegín. Actas Capitulares, año 1758.

Nota * :  obó, en el texto, viene referida al desove, o puesta de huevos de la langosta en el terreno.

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