jueves, 17 de febrero de 2011

Cehegín. Historia y fósiles



Fotografía del fósil de un erizo, que puede tener alrededor de 110.000.000 de años, se dice pronto. Realmente, en tiempos geológicos es muy poco tiempo, valga la redundancia, pero una vida humana es muy corta para medir en esos parámetros. Por eso nos parece una inmensidad. Cuando tomé esta fotografía realmente estaba pensando,  no en una simple reliquia del pasado, bonita pero quizá sin demasiado interés, más bien, en que el espacio que enmarca esta fotografía es como la página de un libro, en que cada uno de los elementos que aparecen son las letras. Un experto puede, literalmente, casi ver el mundo en que vivía este simple erizo analizando las características de la roca y la fauna fosilizada que ahí aparece. Podréis decir, ¡si sólo veo el erizo y poco más! Pues, aunque no la veáis, os sorprenderíais de la microfauna que hay en ese pequeño fragmento de terreno. Eso que veis, ahí, es el pasado de la tierra, que es  al fin y al cabo el nuestro. Lo que ahora son margas antes fueron fangos de suelo marino, en una época en que nuestros antepasados (en sentido literal, como animales con un cierto parecido a las musarañas) se escondían a la sombra de los reptiles en los bosques del cretácico. Nuestra historia  comenzó con el origen de la vida misma.

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